¿Por qué el intestino es el segundo cerebro?

 

¿Por qué el intestino es el segundo cerebro?



El intestino es un segundo cerebro. Es responsable de procesar la información de los alimentos que ingerimos y de producir hormonas que regulan muchas funciones de nuestro organismo. Cuanto más aprendemos sobre los billones de bacterias que habitan nuestro intestino, más nos damos cuenta de que desempeñan un papel importante en el mantenimiento de una buena salud. Las investigaciones sugieren que el intestino desempeña un papel importante en la salud en general, ya que ayuda a mantener un equilibrio saludable en nuestro cuerpo mediante la eliminación de residuos, la producción de vitaminas y minerales, y la síntesis de nutrientes de los alimentos. He aquí 3 razones por las que el intestino es el segundo cerebro:



Es el segundo cerebro para el gusto y el olfato.

La función principal del intestino es absorber nutrientes y eliminar desechos. El órgano que hace esto se llama tracto gastrointestinal (GI). Este tracto GI es importante no sólo para la absorción de nutrientes de los alimentos, sino también para el sentido del gusto y el olfato. Los científicos han descubierto que las bacterias del intestino pueden afectar al sentido del olfato, del gusto e incluso a la percepción del volumen. A menudo se hace referencia a estas bacterias como el "segundo cerebro" del sistema gastrointestinal. El sentido del gusto y el olfato constituyen la base de lo que llamamos "sabor". Es la sensación que nos producen los alimentos. El cerebro humano utiliza esta información para decidir qué comer a continuación y cuándo comer más. Las bacterias del intestino pueden afectar al gusto y al olfato, y por eso son tan frecuentes síntomas gastrointestinales como la hinchazón y los gases.


Desempeña un papel importante en la función inmunitaria.

El sistema inmunitario está formado por las células de nuestro cuerpo que nos defienden de enfermedades e infecciones. Una parte clave de este sistema son las células inmunitarias del intestino. Se encargan de crear anticuerpos capaces de reconocer y atacar sustancias extrañas, como bacterias, toxinas y microbios dañinos. Las bacterias intestinales son importantes para la función inmunitaria porque producen unas sustancias denominadas ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Un AGCC es un tipo de molécula producida por las bacterias del intestino. Los humanos no podemos producir AGCC, por lo que cuando comemos alimentos ricos en fibra y que proporcionan alimento a las bacterias buenas de nuestro intestino, los AGCC producidos por estas bacterias nos hacen sentir saciados durante más tiempo.


Ayuda a sintetizar hormonas

Comer es una cosa, pero para mantener un metabolismo sano, el cuerpo también necesita ingerir nutrientes de los alimentos. Las principales hormonas que regulan esto se llaman "biomoléculas". Una parte clave de esto es la capacidad de nuestro microbioma para producir vitaminas, minerales y aminoácidos a partir de los alimentos. Estas moléculas son importantes para el buen funcionamiento de nuestro metabolismo, para regular nuestro estado de ánimo y para protegernos del estrés.


Resumen

Como vemos, el intestino es algo más que un lugar donde almacenar alimentos. Es un sistema complejo que nos ayuda a mantener un estilo de vida saludable y a mantenernos alejados de las enfermedades. La función principal del intestino es absorber nutrientes y eliminar desechos. El órgano que hace esto se llama tracto gastrointestinal (GI). Este tracto GI es importante no sólo para la absorción de nutrientes de los alimentos, sino también para el sentido del gusto y del olfato. Las bacterias del intestino pueden afectar al sentido del olfato, del gusto e incluso a la percepción del volumen. Nuestro sentido del olfato y del gusto constituye la base de lo que llamamos "sabor". El cerebro humano utiliza esta información para decidir qué comer a continuación y cuándo comer más. Las bacterias del intestino pueden afectar a los sabores y olores, por eso son tan comunes los síntomas gastrointestinales como la hinchazón y los gases. El sistema inmunitario está formado por las células de nuestro cuerpo que nos defienden de enfermedades e infecciones. Una parte fundamental de este sistema son las células inmunitarias del intestino. Se encargan de crear anticuerpos capaces de reconocer y atacar sustancias extrañas, como bacterias, toxinas y microbios nocivos. El microbioma es importante para la función inmunitaria porque produce unas sustancias llamadas ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Los humanos no podemos producir AGCC, por lo que cuando comemos alimentos ricos en fibra y que proporcionan alimento a las bacterias buenas de nuestro intestino, los AGCC producidos por estas bacterias nos hacen sentir saciados durante más tiempo.

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