¿Por qué nos gusta sentirnos mal?

 

¿Por qué nos gusta sentirnos mal?




La mayoría de nosotros hemos experimentado un placer culpable en algún momento de nuestras vidas. Ya sea un capricho dulce, un buen llanto o una relación malsana, nos sentimos atraídos por cosas que podrían considerarse malas para nosotros. Entonces, ¿por qué nos gusta sentirnos mal? La respuesta puede tener algo que ver con nuestra necesidad de liberación emocional. Al entregarnos a actividades o emociones que nos hacen sentir culpables, podemos liberar nuestras frustraciones y ansiedades reprimidas. Además, puede ser nuestra forma de castigarnos por algo de lo que nos sentimos culpables. Al elegir hacer algo que sabemos que está mal, podemos sentirnos satisfechos de nuestro sufrimiento autoinfligido. Sea cual sea el motivo, está claro que nuestra relación con el malestar es compleja y a menudo incomprendida.



Introducción

Hay muchas razones por las que alguien puede tener sentimientos de culpa. Por ejemplo, puedes sentirte culpable por tener un hábito poco saludable, como fumar o beber demasiado. Cuando te sientes culpable por tu hábito, te resulta más fácil evitarlo. El sentimiento de culpa también puede ayudarle a tomar mejores decisiones. Si te sientes culpable por haber elegido un tentempié poco saludable, es más probable que la próxima vez que tengas hambre elijas una opción mejor. Algunas personas disfrutan con el sentimiento de culpa porque es excitante. Pueden sentir un subidón de adrenalina cuando se sienten culpables y disfrutan de la sensación. Otras disfrutan de la culpa porque les hace sentirse comprendidas. Tal vez te sientas culpable por algo y sepas que tienes que contárselo a alguien. Cuando compartes tu secreto culposo, puedes sentir alivio de la carga que supone guardarlo en tu interior.


Necesidad de liberación emocional

Una de las teorías en las que se basan los placeres culpables es que nos permiten liberar nuestras frustraciones y ansiedades reprimidas. Por ejemplo, muchas personas se sienten obligadas a comer cuando están estresadas o ansiosas. Aunque comer puede aliviar temporalmente estos sentimientos, también puede provocar un aumento de peso, sobre todo si se consumen alimentos ricos en calorías y grasas. Un placer culpable como comer helado o tarta de chocolate puede liberar el mismo nivel de estrés que comer, sin las calorías no deseadas. Los placeres culpables pueden ayudarnos a canalizar nuestros impulsos en una dirección más positiva. Por ejemplo, muchas personas afrontan el estrés haciendo ejercicio. Sin embargo, algunas personas se sienten culpables por hacer ejercicio cuando están estresadas porque no es una prioridad para ellas. Otras personas pueden sentirse culpables por no hacer ejercicio cuando están estresadas porque es importante para ellas. Si te permites un placer culpable, como ver la televisión, cuando estás estresado, puedes canalizar tu energía en una dirección positiva sin sentirte culpable por no hacer ejercicio.


Castigo autoinfligido

Otra teoría detrás de los placeres culpables es que nos permiten castigarnos por algo de lo que nos sentimos culpables. Por ejemplo, muchas personas se sienten culpables por su salud y su forma física, pero no saben cómo solucionar el problema. Un placer culpable como comer alimentos poco saludables podría aliviar temporalmente esos sentimientos de culpa. Si con frecuencia se siente culpable por sus comportamientos, es posible que esté incurriendo en conductas autodestructivas. Por ejemplo, puedes sentirte culpable por comer alimentos poco saludables, así que comes mucha comida basura para castigarte. Si te permites placeres culpables, puedes aliviar temporalmente esos sentimientos de culpa sin causarte ningún daño grave.


Implicaciones psicológicas

Disfrutar de los placeres culpables tiene muchas implicaciones psicológicas. Una de ellas es que estás intentando controlar tus emociones. Si te sientes culpable por comer un determinado alimento, por ejemplo, puede que estés utilizando esa comida como una forma de controlar tus emociones. A menudo, esto puede provocar un aumento de peso, así como un mayor riesgo de padecer trastornos alimentarios como el trastorno por atracón. Los placeres culpables también pueden ser un signo de baja autoestima. Si te sientes mal contigo mismo, es posible que intentes castigarte realizando actividades o comiendo alimentos que te hacen sentir culpable. Esto puede ser perjudicial para tu salud mental a largo plazo, sobre todo si lo utilizas como forma de afrontar situaciones difíciles.


Tipos de placeres culpables

Existen varios tipos de placeres culpables. Es posible que disfrutes de más de uno de estos tipos de placeres culpables. Comida: Comer es uno de los tipos más comunes de placeres culpables. Algunas personas disfrutan comiendo solas porque no tienen que preocuparse por lo que los demás piensen de su comida. Otras pueden disfrutar comiendo con amigos, pero se sienten culpables por comer alimentos poco saludables. Beber: Beber puede ser un placer culpable si se bebe demasiado o se hace en los momentos equivocados. Muchas personas beben para olvidar sus problemas durante unas horas, pero beber en exceso puede acarrear problemas de salud y arrepentimientos al día siguiente. Comportamientos compulsivos: Los comportamientos compulsivos pueden convertirse en un placer culpable cuando te pasas con ellos. Ir de compras, utilizar Internet, limpiar y hacer ejercicio son actividades saludables cuando se hacen con moderación. Sin embargo, los comportamientos compulsivos excesivos pueden provocar emociones negativas, culpabilidad y comportamientos autodestructivos.


Razones por las que la gente busca placeres culpables

Si le gustan los placeres culpables, es importante explorar las razones por las que los busca. Comprender por qué disfruta de los placeres culpables puede ayudarle a tomar mejores decisiones en su estilo de vida y a evitar los problemas asociados a los placeres culpables. Puede que busques placeres culpables por alguna de las siguientes razones: - Se siente abrumado. A veces nos sentimos tan abrumados con nuestras responsabilidades diarias que no sabemos qué hacer. Por ejemplo, puedes estar estresado por los estudios, el trabajo y la familia. Sentirte culpable por tus elecciones también puede ser una señal de que te sientes abrumado. - Necesitas sentir algo. Puede que te gusten los placeres culpables porque buscas una forma de sentir algo profundo. Cuando nos sentimos culpables, a menudo nos compadecemos de nosotros mismos, lo que no deja espacio para otras emociones. - Quieres que te comprendan. A veces la gente disfruta de los placeres culpables porque quiere ser comprendida. Cuando te sientes culpable y necesitas contárselo a alguien, puedes sentirte aliviado una vez que has dado a conocer tu elección.


Beneficios de sentirse culpable

- Tomarás mejores decisiones. Si te sientes culpable por tus elecciones, es más probable que tomes mejores decisiones en el futuro. Por ejemplo, si te sientes culpable por comer demasiados dulces, puede que decidas evitarlos en el futuro. - Puedes reflexionar sobre tus elecciones. Si te sientes culpable, puedes utilizar ese sentimiento para reflexionar sobre tus elecciones. Si te sientes culpable por comer demasiados dulces, puedes utilizar ese sentimiento para pensar por qué los comiste en primer lugar y cómo puedes evitarlos en el futuro. - Puedes aprender autocompasión. Si te sientes culpable, puedes aprovechar ese sentimiento para mostrarte compasivo contigo mismo. Al reflexionar sobre tus elecciones, puedes recordarte a ti mismo que todas las personas cometen errores.


Efectos negativos de la culpa

- Puede ser poco saludable sentirse culpable por todo. Si te sientes culpable por todo lo que comes, haces o dices, puede ser poco saludable. Sentirte culpable por todo no te ayudará a tomar mejores decisiones. - Puede causar vergüenza. Si te sientes culpable por demasiadas cosas, es más probable que sientas vergüenza de ti mismo. Si te sientes culpable por todo, puedes sentir que no hay nada que puedas hacer para mejorar tu situación. - Esto puede llevarte a la depresión. Si te sientes culpable por todo y empiezas a sentir vergüenza de ti mismo, es más probable que desarrolles una depresión.


Conclusión

Cuando se utilizan con moderación, los placeres culpables pueden ser una forma saludable de relajarse y desconectar después de un largo día. Sin embargo, si practicas los placeres culpables con frecuencia, puede ser un signo precoz de problemas de salud mental. Es importante reflexionar sobre las razones por las que disfrutas de los placeres culpables y utilizarlos con moderación. Si te sientes culpable con frecuencia, es importante que busques ayuda para no caer en un patrón de emociones negativas y elecciones poco saludables.

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