¿Qué es la anorexia y bulimia nerviosa?

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La anorexia nerviosa es un trastorno alimentario caracterizado por una percepción distorsionada del propio cuerpo. Aún no se ha establecido la causa exacta de esta enfermedad, aunque existen muchas teorías sobre lo que puede contribuir a su desarrollo. Las personas con anorexia tienden a tener baja autoestima y pueden sentir que no merecen ser queridas o felices. También pueden sentir que no encajan con el resto del mundo, lo que les lleva a apartarse de situaciones y actividades sociales. Por último, pueden temer volver a engordar después de haber perdido peso con dietas. Las personas que padecen este trastorno se obsesionan con la comida y, como consecuencia, pierden la sensación de hambre y saciedad Por supuesto, perder peso puede parecer la mejor opción para muchas personas en ese momento. Sin embargo, si no se trata, puede provocar complicaciones físicas graves como osteoporosis, deficiencias minerales, anomalías del ritmo cardiaco, cálculos renales y úlceras gástricas. Pero aún más importante es el hecho de que las personas con anorexia tienen más probabilidades de intentar suicidarse que las que no la padecen.

Trastorno por atracón

El trastorno por atracón se caracteriza por episodios recurrentes de atracones. Se define como la ingestión de una cantidad de comida superior a la que la mayoría de la gente comería de una sentada. Los atracones pueden producirse en el transcurso de un día o a lo largo de varios días. Suele ir asociado a sentimientos de culpa y de pérdida de control. Las personas con este trastorno también pueden ingerir grandes cantidades de alimentos ricos en grasas o azúcares. La mayoría de las personas con trastorno por atracón comen mucho más de lo que realmente necesitan. Esto puede provocar aumento de peso y obesidad. Además, las personas con trastorno por atracón también son propensas a desarrollar problemas de salud como enfermedades cardiacas, diabetes y ciertos tipos de cáncer.

Bulimia nerviosa

La bulimia nerviosa es un trastorno alimentario caracterizado por ciclos de dietas extremas y vómitos forzados. Una persona con bulimia nerviosa suele tener episodios de atracones seguidos de una purga en la que se provoca el vómito para evitar ganar peso. Mientras que la purga es un comportamiento habitual en las personas con anorexia, en la bulimia nerviosa es un medio para conseguir un fin. A diferencia de las personas con anorexia nerviosa, que pretenden deshacerse del "peso" haciendo dieta o ejercicio, las que padecen bulimia nerviosa intentan deshacerse de la comida vomitando. Por desgracia, la bulimia nerviosa es una enfermedad grave que causa graves daños en el aparato digestivo. También aumenta el riesgo de cardiopatías, enfermedades renales y ciertos tipos de cáncer.

Trastorno dismórfico corporal

El trastorno dismórfico corporal, o TDC, es una afección psiquiátrica en la que una persona está obsesionada con los defectos percibidos en su propio cuerpo. Las personas con este trastorno suelen estar extremadamente preocupadas por su peso y su aspecto, aunque en realidad puede que no tengan un peso inferior al normal. Las personas con TDC pueden pasar horas al día pensando en su aspecto, comparándose con los demás y preocupándose por su apariencia. También pueden presentar otros síntomas, como dificultad para concentrarse y tomar decisiones, ansiedad excesiva y depresión.

Otros tipos de anorexia y bulimia

Existen otros trastornos de la conducta alimentaria que presentan un patrón similar al de la anorexia y la bulimia. Se trata del Trastorno del Juego Patológico, el Síndrome de Kleine-Loffler, el Trastorno Explosivo Intermitente y el Síndrome de Fregulia. El Trastorno de Juego Patológico se caracteriza por un intenso deseo de jugar. Sin embargo, es incapaz de controlar este deseo. El síndrome de Kleine-Loffler es una enfermedad rara caracterizada por un deseo obsesivo de perder peso que no está asociado a un trastorno alimentario.

Signos y síntomas de la anorexia nerviosa

La mayoría de las personas con anorexia nerviosa son mujeres de entre 15 y 25 años. Sin embargo, cualquier persona puede desarrollar este trastorno, independientemente de su sexo, etnia o edad. Aunque la anorexia nerviosa suele asociarse a las mujeres, los hombres pueden tener un peso muy bajo por muchas razones, como la depresión y la baja autoestima. La anorexia nerviosa se caracteriza por un deseo persistente de estar muy delgado, un miedo intenso a engordar y un deseo persistente de comer menos que los demás. Las personas con anorexia nerviosa suelen intentar mantener su bajo peso corporal haciendo dieta o ejercicio excesivo. La dieta, o reducción controlada de la ingesta de alimentos, es una característica común de la anorexia nerviosa. Las personas con este trastorno tienden a verse a sí mismas como gordas incluso cuando no tienen sobrepeso. También tienden a compararse con modelos y famosos muy atractivos, lo que puede provocar sentimientos de autodesprecio. Por último, suelen temer que si dejan de hacer dieta recuperarán el peso perdido.

Causas de la anorexia nerviosa

Los científicos aún no saben qué causa la anorexia nerviosa. Sin embargo, la enfermedad parece tener un vínculo genético. Muchas personas con anorexia nerviosa también tienen un familiar con esta afección. Sea cual sea la causa, parece probable que haya una combinación de factores que influyen en el desarrollo de este trastorno. Entre ellos están la baja autoestima y los sentimientos de inadecuación, así como una percepción distorsionada del cuerpo.

Causas de la bulimia nerviosa

Las causas de la bulimia nerviosa aún no se conocen del todo. Sin embargo, hay pruebas que sugieren que las personas con esta afección tienen una predisposición genética. La bulimia nerviosa también se asocia a una serie de trastornos psiquiátricos como la ansiedad, la depresión y el comportamiento obsesivo-compulsivo.

Resumen

La anorexia nerviosa es un trastorno alimentario grave que puede causar serios problemas físicos. La bulimia nerviosa, por otro lado, es un trastorno alimentario menos grave que causa daños significativos en el sistema digestivo. Ambos trastornos alimentarios pueden poner en peligro la vida si no se tratan.